Esta entrada de blog surge a raíz de un anuncio de una conocida marca de supermercados, que ofrece, junto con sus productos para hacer deporte, rollos para vendaje neuromuscular o kinesiotaping, ofertándolos como “cintas kinesiológicas” para “aliviar los dolores musculares o mejorar una lesión determinada”.
Estos vendajes llevan un tiempo "de moda" porque los usan los deportistas, los vemos en la televisión, llaman la atención porque son de colores… Se usan directamente sobre la piel, y se emplean para normalizar el tono muscular, mejorar la circulación sanguínea y linfática, dar un estímulo para corregir una postura determinada, mejorar el deslizamiento de los tejidos, etc. Según el objetivo que se quiera conseguir se colocarán de maneras muy diferentes. Por ello, hay que emplearlos con cabeza, ya que, para usarlos, hay que tener conocimientos de anatomía y de biomecánica corporal, no para que todo el mundo los use desde el desconocimiento. Y lo indigante es eso, que ni en el catálogo ni en el anuncio de televisión indican que son de uso terapéutico y para que los apliquen profesionales. En el catálogo publicitan incluso que vienen con un DVD para que, eso sí, “consultes en todos los casos el manual de instrucciones”, para que te lo pongas cómodamente en casa, como si de un artículo de uso doméstico se tratase. Además, no es la primera vez que estos supermercados realizan esta oferta, y el Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid ya lo reportó en su día (puedes verlo aquí).
Realmente no pasa nada grave si el vendaje se pone incorrectamente, pero se está haciendo un mal uso de una herramienta terapéutica. Con este anuncio se está haciendo pensar a la gente que puede hacer uso de los vendajes cualquier persona mediante DVD, y que el vendaje “cura” por sí sólo, por el simple hecho de pegarlo (hay gente que cree incluso que el beneficio lo produce el pegamento que lleva, o que tiene un efecto u otro en función de su color), cuando debe usarse como complemento de un tratamiento realizado por un fisioterapeuta o un profesional especializado, siempre que éste lo considere oportuno.
No es el primer caso que vemos de mala información y de marketing irrespetuoso (algunos pueden llamarlo intrusismo) en publicidad de grandes superficies, como ocurrió con una conocida cadena de material deportivo que publicitaba hace unos años un estudio de la pisada para conocer si “eras pronador o supinador” y comprar unas mejores zapatillas para correr, cuando este estudio debe ser hecho por un podólogo, nuevamente, un profesional cualificado.
Otro día me llevé también las manos a la cabeza cuando en una peluquería ofertaban terapia cráneo sacral (si no la conoces pincha aquí) junto con sus tratamientos de estética.
Por desgracia, todo este tipo de casos no ocurren sólo en el ámbito sanitario, y con estos actos y esta mala información se generan ideas equivocadas que degradan la actividad de los profesionales que tienen unos estudios y la formación adecuada para poder ejercer su actividad. Así que tengamos un poco de cabeza e informémonos, porque hay cosas que no se deben vender en un supermercado.